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🇹 🇷 🇪 🇸 

Sana no podía decir que estaba nerviosa.

Se podía decir que estaba temblando del miedo. Nunca ha estado frente a frente con la señora Myoui pero sabe que da miedo porque ha visto como intimida a cualquier persona que se le acerque a su hija, más a los del sexo masculino, a esos los odia.

Sus manos estaban sudando mientras esperaba fuera de la casa de Mina a que su ayuda llegara.

Cinco minutos después llegó un auto decente y de ahí bajando una chica que conocía perfectamente.

Momo, la idiota que conoció en los baños de la institución peleando con otra chica la cual resultó ser su mejor amiga. Así se llevaban, no era sorprendente que se digan insultos o incluso lleguen a golpes, así era como se divertían.

'Idiota masoquista' pensó Sana mirando como Jeongyeon, la mejor amiga de Momo se le echaba encima de juego queriendo de alguna manera herirla como siempre. La coreana había salido del auto "sigilosamente" y no tanto porque Momo rápidamente la atrapó para devolverle cualquier daño a la mayor.

Del auto salió una rubia viendo con aburrimiento el show que armaban la pareja de idiotas masoquistas, apodadas así exclusivamente por Chaeyoung, la misma rubia que salía del auto.

Después una cabellera pelinegra que Sana considera que puede ser su mamá pero la pelinegra le contesta siempre que no, Jihyo, la cual en cuanto la miró le sonrió a Sana.

'Tan linda como siempre mi mamá' pensó la japonesa, tan sumida en sus pensamientos, olvidando por completo a la japonesa menor que estaba a su lado intentando pensar por qué tanta gente ahora está en frente de su casa.

- ¡Sueltame, idiota de mierda!

- ¡Sueltame primero, hija de puta!

- ¡Sueltame y te suelto! - silencio por un momento y luego solo Jihyo decidió hablar.

- Bueno. Ignorando a aquellas, me presento soy Park Jihyo, amiga de Sana - hizo una leve reverencia hacia Mina siendo respondida por otra.

- Y mamá mía, ¿a qué sí? - Chaeyoung rió por la mirada tan "bonita" que le dedicó Jihyo a Sana.

Mina seguía mirando a Sana esperando una explicación pero como siempre, nunca llegó. Sana capturó su mirada alzando una ceja hacia ella, recibiendo que la japonesa le apuntara con al cabeza en un suave movimiento hacia las chicas recién llegadas. Por supuesto que Sana no entendió y frunció el ceño, causando que Mina se frustre, mire a su casa unos momentos y luego hacia Sana tratando de dar una señal. Sana no entendió.

La japonesa mayor la tomó de los hombros mirándola directamente.

- Mina, no te entiendo, no sé leer miradas. Dime qué mierda te pasa o me confundo más - la mencionada mejor no le dijo nada.

- Yo tampoco se leer miradas pero creo que quiere decir que por qué nosotras estamos aquí... Yo también me lo pregunto. ¡Mierda, Sana!, estaba apunto de dormir hasta que me llamaste - dijo Momo caminando hacia su amiga para rodearle los hombros con un brazo.

- Oh. Pues ocupaba nada mas a Jihyo, pero me gusta molestarlas - dijo con una simpleza que desesperó a Momo y Jeongyeon. Chaeyoung estaba feliz, ella le gustaba pasear por lo que sea.

- ¿Para qué me necesitabas? - preguntó Jihyo.

- Quiero que me ayudes - dijó para luego dirigirse a Mina - Y tú, abre esa maldita puerta, que tu madre no se resistirá a mis encantos.

...

- No - se negó completamente la mayor haciendo que Sana boquera un poco y la mirara con frustración.

- Señora Myoui, Mina nos ha dicho que quería salir con nosotros a tomar algo como amigas, para divertirse un poco sin la necesidad de estar siempre dentro de cuatro paredes. Nosotros la cuidaremos y mandaremos mensaje cada hora si es necesario, sólo déjela salir a divertirse un poquitín - alzó su mano para que con su dedo índice y pulgar formar una distancia corta entre estos; aclarando más lo que quiere.

- ¿Horas? ¿Cuánto tiempo piensas salir? - 'Mierda' pensó Mina tragando saliva. Ahora le tocaba hablar a ella, ese era el peor momento.

- P-Pues más o menos hasta las siete o pasadito - explicó, sintiendo ese nudo conocido en la garganta que la hizo posar su mano en la misma y masajear un poco.

- ¿Siete? Nunca has salido tanto tiempo - comentó comenzando servirse agua de una jarra. Las cuatro presentes estaban en la cocina.

- Pero no he salido por más de tres meses. Q-Quiero salir un poco más de tiempo - explicó jugando con sus manitas en un gesto muy tierno pero en ese momento ella no se sentía así.

- ¡¿Cómo que tres meses?! - Sana le pegó un codazo a Jihyo, haciendo que se callara de inmediato, notando la mirada de la mayor puesta en ellas.

- Saliste hace un mes con tus primas - comentó tomando agua con tranquilidad la mayor.

- Fuimos todos a una reunión familiar, mamá - la mujer lo pensó. Asintió como si no pasara nada - Quiero salir con mis amigas, ¿puedo?

Pasaron como cuatro minutos de silencio, nadie se atrevía a abrir la boca ni para respirar bien. La mujer al fin tragó toda el agua y alzó la voz.

- Te quiero a las seis y media en casa haciendo tu tarea - Sana hizo un gesto ganador seguida por Jihyo.

Cuando salieron de la casa, toda pudieron ver como la señora Myoui despedía a su hija con una abrazo y hasta le daba un beso en su frente que, si no fuera porque Mina se limpió tendría un marca de labios en su frente.

Las demás se fueron a algún lugar, que en realidad no le importaba mucho a Mina, aun así les agradeció por ayudarle. Estas no podían quedarse por tener cosas que hacer pero luego prometieron verse para salir juntas.

A Mina le gustaron, le agradaron muy bien las cuatro. En realidad ver a Momo pelear con Jeongyeon era divertido, hablar con Jihyo sobre lo que sea y decir pensamientos al azar con Chaeyoung, como Sana se lo platicó parecía divertido.

La salida fue de Sana yendo de aquí a allá, jalando la mano de Mina, aunque la menor podía decir que fue un poco apurado, fue gracioso ver los tropiezos torpes de Sana cuando iban demasiado rápido.

Bueno, lo fue hasta que Sana tuvo que irse antes por un inconveniente que tuvo. La mayor se disculpó con Mina pero esta dijo que se fuera y que arreglara su inconveniente.

Con una sonrisa, después de que Sana despareció, sacó su celular sabiendo completamente a quién llamar o más bien a quién invitar.

Sonó apenas cinco tonos para cuando Nayeon contestó enseguida, la voz un poco adormilada, ronca y cansada pero poco le importó a la coreana despertarse por su novia.

- ¡Yeonnie! ¿Podemos salir hoy? - preguntó directamente alejándose un poco de la calle, dirigiéndose a la misma casa abandonada de siempre.

- ¿Eh? ¿Puedes? - escuchó un afirmativo y fue suficiente para que se levantase de la cama en busca de ropa decente, una camisa holgada juntos unos jeans y un suéter fue suficiente para que saliera.

Lo hizo en tiempo récord, escuchando la voz de Mina emocionada todavía por el teléfono.

- Estoy donde siempre. ¿Puedes traer algo para comer las dos, Yeonnie? - escuchó mientras abrochaba bien los jeans y salía de su casa junto a un grito.

- ¡Dahyun, en un rato regreso! - pudo escuchar la japonesa del otro lado, sabiendo que su novia estaba despidiéndose de su hermana menor - Llevare algo para ambas. En unos minutos llego, cariño.

- Te espero, Yeonnie - y con un lindo 'Nos vemos en un rato, Yeonnie' se terminó llamada.

Suspiró encantada, dirigiéndose a la tienda más cercana para comprar lo que más creyera que le gustaría a Mina.

Tres bolsas de papitas de queso y un jugo grande fue suficiente para correr con su amada novia.

En cuanto divisó la figura sentada como indio fue y le dió un gran merecido abrazo, mientras besaba su cuello con cariño. Está realmente feliz de poder verla de nuevo.

- ¡Yeonnie! Adivina quién tiene hasta las seis y media para estar con su novia - Nayeon puso cara pensativa por un momento.

- Mmmh... No lo sé, ¿tal vez yo? - comentó dejando cariñosos besos en el cuello de la menor haciéndola reír encantada por la atención.

- Las dos, Nayeonnie. Son apenas las cinco, entonces puedo estar una hora y media con mi novia - lentamente se acomodó en el regazo de la mayor, quedando con su rostro en el cuello de la coreana y las piernas juntas hacia un lado. La mayor pasó sus brazos atrayendola hacía ella.

- ... Oh, casi se me olvidaba - dijo la mayor buscando la bolsa de las cosas con la mirada. Las encontró y tomó abriéndole para sacar las papitas su colocarlas para que la japonesa pudiera tomar libremente - No sabía muy bien qué traer, pero espero te guste.

- Me gusta Yeonnie... Usted me gusta - Nayeon se sentía morir por cada palabra, abrazo, cariño o incluso mirada de la menor hacia ella.

Cuando la miraba admirandola a ella, solo a ella, y se lo confirma cuando le hace tímidos cumplidos de su belleza, cuando la abrazaba dulcemente y no se despegaba casi estando como chicle hacia su cuerpo, aunque no le molestaba para nada.

- Tú también me gustas Minari, mi hermosa y querida novia - la besó, siendo totalmente correspondida de inmediato por Mina.

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